Un poema al Círculo de Lectura
El señor Barrios maneja el bus de la Fundación Biblioteca Nacional; pero él también lleva la literatura en sus venas. Un día, mientras se reunía el círculo de lectores, se sentó cerca de los columpios a observar, tuvo una chispa de inspiración y escribió el poema que aquí compartimos.
En el centro juvenil
que funciona en Mañanitas
vemos niños y niñitas
con su risa infantil.
Hoy el cielo azul añil
se cubre con más colores,
el ambiente en sus albores
nos llena de mucha paz;
cada día se asocian más
al círculo de lectores.
Los sábados en la mañana
los visita el Bibliobús,
y la profesora Luz
en atendernos se afana
y de una manera ufana
siempre brinda sus amores.
Allí pierden los temores
y desarrollan un arte,
tú debieras formar parte
del Círculo de Lectores.
Con mucha felicidad
aporto un grano de arena.
Sé que mi labor es buena,
cumplo con la sociedad.
Y en honor a la verdad,
se olvidan los sinsabores.
Cada día nacen gestores
con ideas maravillosas…
Aprenderás muchas cosas
del Círculo de Lectores.
Autor: Carlos A. Barrios Medina
Colaborador de la Biblioteca Nacional
2011
Una visita al centro de Las Mañanitas
Por: Manuelita Núñez, Promoción 1957
Tomado de Panorama Católico, 1 de junio de 2008.
Fue un 19 de noviembre de 1996 cuando en medio de un bullicioso encuentro de exalumnas con motivo del Cincuentenario de fundación del colegio, se realizó la primera reunión con el propósito de fundar una Asociación de Exalumnas del Colegio de Las Esclavas, sueño acariciado largamente por la religiosa panameña Hermana Marta Méndez.
Además de reunirnos en un evento anual de gran camaradería, quisimos encaminar nuestros esfuerzos hacia la realización de una obra social.
Luego de varias reuniones, el 4 de febrero de 1997 se celebró la primera Asamblea General Informativa, en la que se adoptó el lema «Volvamos a hacer algo juntas», creándose tres comisiones para darle forma a un gran proyecto social en Las Mañanitas de Tocumen, área donde las Madres Esclavas estaban trabajando en la tarea evangelizadora y social por mejorar las condiciones de vida de una población afectada por graves problemas sociales, como la pobreza, la vivienda inadecuada, la falta de agua potable, el alcoholismo y drogadicción y la prostitución de menores.
Después de los estudios necesarios, se constató la carencia en el lugar de una biblioteca donde la población infantil y adolescente pudiera realizar sus trabajos de investigación y encontrar asesoramiento para un mejor rendimiento escolar. La Junta Directiva de la Asociación aprobó apoyar la creación de un Centro Juvenil con una Biblioteca en la Ciudad Jardín Las Mañanitas en Tocumen, proyecto que fue asumido y respaldado enseguida por las exalumnas, entre las que se encontraba la entonces primera Dama y exalumna Dora Pérez Balladares, quien tramitó la cesión a la Asociación a título gratuito, de 2244 mts2 de terreno y un pequeño inmueble, que sería la sede del centro Cultural y la Biblioteca.
Fueron las exalumnas, con los «Chichita Party del Recuerdo», al igual que los padres de familia, y numerosos benefactores, quienes aportaron el capital semilla, y las donaciones en libros usados y material didáctico para iniciar el proyecto. No podemos dejar de mencionar a Tilín Crespo, Gladys Arana, Lisa Domínguez, Mirella Porras, Lupe Méndez, Gisela Alvarez, de la primera Junta Directiva, quienes junto a las Hermanas Rut y Clemencia, A.C.I. dieron el impulso inicial a la obra. El Club Activo 20-30 donó los 30.000 balboas necesarios para remodelar el inmueble donado.
En enero 1998 se abrieron las puertas del Centro para ofrecer el primer Programa de Verano. En marzo de ese mismo año abrió las puertas la Biblioteca.
Luego de diez años, hemos querido acercarnos al Centro Juvenil y Biblioteca de Mañanitas. Nos acompañaron Mirella Porras de Arias, actual Presidenta de la Asociación de Exalumnas, y Pilar Miro, encargada del Boletín «Granitos de Arena», la publicación estrella de la Asociación de Exalumnas de las Esclavas iniciada en 1997.
Como exalumna fue para mí una sorpresa y alegría visitar el Centro de Mañanitas. Mi impresión fue realmente grata al ver a los niños en la biblioteca ocupados en sus tareas e investigaciones y al encontrar a nuestra querida y fiel Carmen, ya jubilada, haciendo tareas de bibliotecaria. Sigamos apoyando juntas al Centro Cultural y Biblioteca de Mañanitas!
La Carta de Ameth
Maestra Luz te quiero mucho. Tú eres mi segunda mamá. Y los niños que vienen aquí parecen mis hermanos y hermanas. Esto es como mi hogar. Y Las Esclavas son mis hermanas y la maestra Carmen es como mi abuela y las demás que vienen son mis mamás.Con mucho amorAmeth
Los Niños de Luz: Las caras de Mañanitas
Con la llegada de computadoras a Mañanitas llegó la posibilidad de adquirir conocimientos y desarrollar destrezas tecnológicas. También llegó Luz Cantillo, administradora del Centro, que día a día utiliza las visitas a las computadoras para fomentar la disciplina, fortalecer los valores y la autoestima de los niños y jóvenes. Ella nos cuenta su experiencia y nos hace un llamado a las exalumnas.
Y es que Luz no sólo orienta a nuestros niños, ella se dedica a llenar un vacío que muchas veces existe en estos niños y es para muchos de ellos como una madre.
Luz, ¿cuando empezaste a trabajar en el Centro?
En el mes de septiembre del año pasado, 2007.
¿Qué te llamó la atención cuando llegaste a Mañanitas?
Cuando me acercaba al Centro era como ver los poblados del interior. Me llamó la atención que había mucho verdor, árboles y eso sí, muchos niños. Realmente me sentí como si estuviese en el interior: la escuela, el parque, la iglesia.
¿Cómo es el día a día de los niños de Mañanitas?
Los que van a la escuela en la mañana se levantan temprano, pero los del turno de la tarde aprovechan para dormir más. A las 8:00 a.m. ya algunos niños se dirigen a la tienda para comprar algo para el desayuno y otros ya están en nuestro patio jugando. Algunos vienen al Centro para ir a la biblioteca o esperar turno para usar la computadora. Su vida diaria es levantarse, ir a la escuela, venir al Centro…porque muchos pasan su día aquí con nosotros. Muchos van y vienen de su casa, juegan en el patio trasero o van al parque, pero siempre regresan aquí.
¿Qué buscan los niños en el Centro?
Yo diría que un lugar seguro donde se les brinde cariño, donde saben que tienen un grupo de personas con las que pueden contar cuando lo necesiten. Aquí comparten con otros niños, algunos son parientes, amigos o niños a quienes nunca han visto, pero con quienes igual comparten. Para ellos el Centro es como una segunda casa porque entran y salen, pero saben que siempre estamos aquí para servirles de guía y corregirlos. Y es que dentro de esta infraestructura encuentran guía para hacer sus tareas e investigaciones, atención sicológica, computadora o simplemente la posibilidad de jugar.
¿Cómo reaccionas cuando algún niño muestra una conducta inapropiada?
Uno se siente triste en ese momento, pero se dice «tranquila, la tarea es día a día». Algo que siempre tengo presente es un consejo que recibí cuando llegué: Cuando pase algo con un niño en el Centro, lo primero que debes preguntarte es qué habrá pasado la noche anterior en esa casa, en el barrio… Y es que, por ejemplo, cuando hay problemas con algún niño, cuando incumple una regla o llega tarde a alguna actividad debemos tener paciencia y recordar que en sus casas muchas veces no hay una mamá que los levante, que los oriente, porque probablemente salió de madrugada a trabajar o porque tiene algún problema social. No podemos ser tan estrictos, nunca sabes qué pudo pasar la noche anterior en esa casa. Hay tanta promiscuidad y violencia en esos hogares.
¿Has notado cambios en los niños? ¿Qué cambios?
Si, se están notando cambios. Por ejemplo, antes hacían bolas de lodo y las tiraban contra las ventanas de la biblioteca por puro juego. Desde hace meses notamos que ya no lo hacen. En el área de juego siempre había mucha discusión, ahora la diferencia es notoria ya que juegan y comparten en grupo. En el mes de la Patria colocamos una bandera en la entrada y a diferencia del año pasado, allí se mantiene sin una mancha, ni rasgada. Ahora, sobre todo las niñas, se despiden con un beso en la mejilla; otros saludan y algunos varones hasta traen una pastilla junto a su saludo. Se siente que ahora los niños y jóvenes quieren ayudar, cooperar, compartir.
¿Cuál ha sido la satisfacción más grande?
La satisfacción más grande es ver el centro lleno de niños que día a día llegan de muchos sectores de Mañanitas a utilizar nuestras instalaciones, porque eso quiere decir que en el Centro han encontrado su lugar seguro.
¿Qué mensaje le mandas a las exalumnas?
Que vengan a conocer su Centro, porque es de ellas. Toda la labor que aquí se hace es posible gracias a ustedes, pero es importante que vengan más exalumnas a conocerlo y ver las caras de Mañanitas. Necesitamos de mucho apoyo humano, porque cada día llegan más niños de diferentes sectores. Involucrarse con el Centro, esa es la clave.
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